Deuda de mercados emergentes
Diciembre 2024
- Los factores cíclicos podrían ser favorables y el crecimiento de EE.UU. sigue siendo sólido
- Las divisas emergentes están baratas en términos históricos
- Somos partidarios de invertir con cautela, dispuestos a actuar si los precios de los activos se vuelven más atractivos
1. ¿Cuál cree que podría ser el mayor reto u oportunidad para los clientes en 2025?
En principio, 2025 parece ser un año difícil para nuestra clase de activos, y el principal problema de esta cuestión es identificar cuál es el mayor reto. La economía china ha sido el motor de las exportaciones de materias primas que impulsan a muchos mercados emergentes (ME), y parece claro que el estancamiento de 2024 no ha sido suficiente para desencadenar el tipo de respuesta política agresiva que ha levantado la economía en el pasado. La administración Trump en EE. UU. está decidida a descarrilar el impulso de décadas de globalización que ha impulsado el progreso de los ME. La administración Trump también siente claramente que tiene licencia para explorar políticas poco ortodoxas en gran medida evitadas por las grandes economías desde la Segunda Guerra Mundial. La economía europea sigue moribunda, y Europa es el único motor creíble para el crecimiento mundial que no produce un dólar estadounidense más fuerte, un entorno en el que las divisas de los mercados emergentes luchan invariablemente. La elección de Trump, en particular, ha hecho que los inversores se muestren cautos respecto a los mercados emergentes, y los flujos hacia esta clase de activos se ralentizaron en el cuarto trimestre de 2024.
En el lado positivo, los motores cíclicos son, si no positivos, al menos no obviamente negativos. El crecimiento en EE.UU. sigue siendo sólido y razonablemente equilibrado, aunque ha dependido de una política fiscal laxa sin precedentes recientes. El repunte inflacionista post-Covid parece haber sido transitorio. Los mercados de bonos están valorando recortes de tipos muy sustanciales, mayores que los previstos al inicio de anteriores ciclos de recortes, pero no parecen descabellados.
En resumen, el mayor reto para los clientes parece ser mantener la fe en un grupo de países que -deuda denominada en dólares aparte- han decepcionado a menudo en los últimos años, en ausencia de un catalizador obvio para un repunte. La mayor oportunidad es que, con la excepción de China, la mayoría de estos retos son prospectivos y puede que no lleguen a producirse, y mientras tanto, las valoraciones parecen atractivas.
2. ¿Cuál cree que será su principal oportunidad de inversión en 2025 y cómo puede aprovecharla?
La mayor oportunidad es que las valoraciones de la deuda en divisas locales de los mercados emergentes parecen extremadamente atractivas. Las divisas son baratas en términos históricos o cuando se observa la balanza de pagos de casi todos los países. Entretanto, la inflación ha descendido más rápidamente en los mercados emergentes que en los desarrollados, y la agresiva actuación de los bancos centrales en los mercados emergentes ha mantenido altos los rendimientos, tanto en términos nominales como reales.
3. ¿Cuál es el mayor riesgo para su clase de activos el año que viene y cómo puede mitigarlo, o incluso convertirlo en una ventaja?
El mayor riesgo que prevemos es que las medidas de la nueva administración Trump se sitúen en el extremo agresivo de las expectativas actuales. Si bien creemos que los esfuerzos antiglobalización y proteccionistas están en su mayoría descontados en los activos de los mercados emergentes, las medidas macroeconómicas no lo están. Los intentos de poner fin a la independencia de la Reserva Federal o de relajar drásticamente una política fiscal ya de por sí laxa, en particular, parecen un grave riesgo para el mercado de bonos estadounidense y, por ende, para la prima por plazo a escala mundial. Un esfuerzo mal gestionado podría contrarrestar efectivamente los esfuerzos de la Fed en materia de tipos de interés y dejar a una economía mundial altamente apalancada ante unos rendimientos más elevados. Ante esta situación, somos partidarios de una postura de inversión prudente con una reserva para desplegar en caso de que los precios de los activos se vuelvan más atractivos.
Paul McNamara es el gestor principal de las estrategias de bonos de mercados emergentes en GAM Investments.
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